14 de Septiembre de 2020
¿Qué es la dermatitis atópica?
Es una enfermedad inflamatoria crónica o crónicamente recurrente, que puede tener una amplia gama de presentaciones, y se caracteriza principalmente por piel seca, prurito intenso y lesiones cutáneas inflamatorias (eccemas) localizados o generalizados con distribución típica relacionada con la edad
¿Afecta sólo a los niños?
Fue considerada una enfermedad pediátrica ya que afecta entre el 15% y el 30% de los niños, pero hoy sabemos que, por persistencia o debut tardío, puede afectar hasta adultos mayores (prevalencia estimada entre 2% y el 10%) y en todos los casos, la picazón puede provocar la privación del sueño y tener un impacto considerable en la calidad de vida
¿Cómo se diagnostica?
El examen físico sigue siendo la mejor manera, ya que no existe un biomarcador patognomónico. Los criterios clínicos más utilizados son los desarrollados por Hanifin y Rajka en 1980 y más recientemente se han perfeccionado un conjunto básico de seis criterios, que son especialmente adecuados para uso en estudios epidemiológicos y clínicos (Williams 1994)
¿Cuáles son las manifestaciones cutáneas?
Además de la piel seca y la picazón, el eccema se observa como placas rojas exudativas, escamosas o engrosadas que a veces se infectan, junto con trastornos del sueño y dificultades para concentrarse en la escuela o en el trabajo
¿La dermatitis atópica sólo afecta la piel?
No es sólo una enfermedad de la piel; a menudo provoca ansiedad y depresión, puede tener complicaciones oculares por ejemplo, además de generar otras enfermedades crónicas
¿Cuáles son sus causas?
Dermatitis atópica es una enfermedad compleja, que ocurre en pacientes con una tendencia familiar (atopía: que puede expresarse también como asma, rinitis o alergia alimentaria), en quienes básicamente ocurre una alteración de la función barrera cutánea y una disfunción inmunológica de predominio alérgico. Ambas alteraciones se potencian entre sí.
¿Qué tratamientos existen para Dermatitis atópica?
En primer lugar, un adecuado cuidado de piel, que incluye indicaciones de baño y uso de humectantes, además distintas opciones de tratamientos tópicos para las lesiones de eccema, y para los casos refractarios el uso de inmunomoduladores o los nuevos tratamientos biológicos que brindan un actual panorama esperanzador, que se incrementará muy posiblemente a futuro dada la intensa investigación en curso.
ALENTEMOS A LOS PACIENTES A RECIBIR UNA CONSULTA ESPECIALIZADA. LA ATENCIÓN OPORTUNA Y ADECUADA LES PERMITE MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA. ¡¡¡LA FALTA DE TRATAMIENTO NO ES UNA OPCIÓN!!!
Comité Inmunodermatología AAAeIC